SALUD MENTAL EN TIEMPOS CIBER ELECTORALES
He sido jefa y/o asesora en 5 campañas, y junto a grandiosos equipos hemos ganado 4, esta experiencia me permite reflexionar sobre la importancia de los autocuidados emocionales en campaña, ayer con una amiga activista en temas de DDHH hablábamos sobre los autocuidados que debemos tener como activistas, que es un tema que aunque es importante en la agenda de pendientes aún no tiene los suficientes espacios de aprendizaje, al llegar a casa y darme el tiempo de ver los ánimos en redes sociales pensé ¿y porqué también no hablar de autocuidado emocional en campañas?
El auto-cuidado emocional está conformado por hábitos, prácticas, rutinas, conductas, decisiones, pensamientos, conversaciones, relaciones, etc. que usamos en nuestro día a día para cuidar nuestra salud emocional, ¿Cómo saber que nuestra salud emocional se está desbordando? Porque nos sentimos fuera de control, este “no tener control de nuestra vida” puede verse reflejado en el apetito, sueño, ansiedad, pensamientos destructivos, cambios de humor, todo aquello que normalmente podemos decidir pero ahora nos está ganando, y está perjudicando nuestra vida personal, puede terminar en crisis de ansiedad, estrés e incluso desencadenar en enfermedades.
¿Cómo nos auto cuidamos? Primero siendo conscientes que así como nos gusta ayudar y luchar por una causa, también es importante cuidar nuestra salud emocional por todo lo que implica cargar problemas ajenos o comunitarios, hacer ejercicio, dormir bien y alimentarse inteligentemente aporta mucho al autocuidado, pero para este caso de tiempos electorales, hay que reflexionar sobre pequeños tips o hábitos que pueden enseñarnos a cuidarnos emocionalmente.
GRAN DETONANTE: LAS REDES SOCIALES
La ira, es la emoción predominante en redes sociales, donde los amigos que comparten memes y anécdotas suelen ser un respiro, nos sorprenden personas que normalmente no describiríamos como irritables porque en sus muros y cuentas todo el tiempo están furiosas, el enfado es común y las publicaciones lejos de ser reflexivas o constructivas son agresivas dinamitas, este no es fenómeno de nuestro país, es global y muchos expertos se están dando el trabajo de analizar como la ira se encuentra con mayor frecuencia y se difunde con mayor velocidad en las redes sociales.
Frente a esta situación, muchos hemos perdido amigos, nos hemos distanciado de familiares, nos hemos bloqueado con otros, con temas que si hubieran sido debatidos en casa muy seguramente ni el 50% hubieran terminado en rupturas tan drásticas.
Hay un pequeñísimo grado de justificación cuando las causas que se defienden están vinculadas a derechos humanos, pero aún este debate en redes es desproporcional, porque en persona quienes entendemos y defendemos las causas tal vez hubiéramos tenido más paciencia, herramientas y posibilidades de persuadir y explicar, antes de mandar al merecido carajo.
Entonces frente a este ya común estallido de ira en redes sociales, ¿cómo se ve influenciada esta situación en tiempos electorales?, yo misma hice varios comentarios o post acalorados, con ironía o burlas, que post reflexión he preferido borrarlos, pero cuando estos se mezclan con los likes, compartidos, felicitaciones y retuiteos el ego y la ira se hacen inseparables.
Un frase que tengo muy presente en tiempos electorales es “si hubieras nacido en otra época, o con otra familia, o con otro apellido, o en otro entorno social, muy posiblemente serías la persona que tanto odias” cuando la reflexiono me doy cuenta que no hay motivos para odios ni personales y menos en redes sociales.
NO TODO ES MALO
Pese a todo esto, hay una bonita generación de jóvenes que están entrando en política, y que están sanando este tóxico entorno, pese a que la voz predominante de quienes los acompañan en campaña hablan de “conspiraciones, chismes, contra campañas”, esta nueva generación de políticos prefieren juntarse con sus pares, con quienes pese a las diferencias ideológicas o partidarias buscan puntos de consenso para construir en eso, hasta ponerse de acuerdo en lo que aún es motivo de discrepancia.
SI ERES CANDIDATO
Si eres candidato decide quienes de tu entorno más cercano te suman, distancia de tu núcleo duro a los conspiranoicos, los pesimistas, los ciegos optimistas, los que tienen mañas sucias de hacer política, los que escuchas quejándose todo el día de otros candidatos, los reaccionarios, y todos esto que chupan energía, siempre hay personas realistas y con inteligencia emocional en nuestro entorno, la campaña siempre agota física y emocionalmente, lo último que necesitas es personas que también lo hagan. Y si ganas, entre los criterios que tengas para elegir a tu equipo valora el buen humor y la inteligencia emocional, pasamos a veces más tiempo en la oficina que en casa, vale la pena escoger bien a los miembros de esta especia de familia con la que convivirás unos años.
Date tiempo de hacer lo que te gusta, de ser auténtico y sincero con quién eres, hay asesores que te quieren hacer entrar en poses que no te pertenecen o prohibirte actividades que te gustan y que por tanto suman a tu salud emocional, el camino electoral es una bala donde hay que hacer mucho y muy poco tiempo para todo, y donde todos tienen “la formula” del éxito, en otros países está muy normalizado hablar de la salud mental de los políticos, ¿aquí cuándo?
No dejemos que las redes sociales nos conviertan en quienes no somos, y aunque son inevitables y diría la más importante herramienta de campaña, que no sea tu único termómetro electoral, pues quién siempre insulta por redes no suele ser igual de agresivo en persona, por eso es importante darle valor también al tu a tu, la cercanía, la escucha, el sincero debate, que también resulta positivo para la salud mental de los que hacen política, porque los saca de una esfera de protección, donde están cuidados de todo por la creencia que están expuestos a grandes peligros.
SI ESTAS EN EL EQUIPO
No pelees con nadie por defender candidatos, familiares o amigos políticos, en política hay dos grandes grupos, uno está conformado por los que concilian, se escuchan, se informan para debatir y opinar, se sientan con el enemigo porque antes que la antipatía están las causas, y pueden llevarse muy bien con quienes discrepan, están los que saben o han aprendido con golpeas a separar las emociones de la razón.
Y hay otro grupo donde el chisme es alimento diario, crecen ideas falsas de conspiraciones, corren rumores que generan miedo, arman bloques de protección, grupitos, se debaten temas que no se conocen porque más importante es responder que saber, son reaccionarios, su participación política se asemeja a un culto religioso, no ven defectos en su proceder ni saben auto cuestionarse productivamente, comparten información sin verificarla, y ante discrepancias en vez de escucharse afectivamente buscan respuestas rápidas para ganar la pelea, estos de aquí terminan siempre jodidos, porque a quienes tanto defienden posiblemente se terminen llevando bien con el que tanto discrepan (y no está mal).
TIPS FINALES
Una gran amiga Brenda Delfin @Brendauphine(IN) me dio un generoso aporte que nos será útil tener en cuenta para que en momentos donde las emociones nos están ganando la batalla, podamos regresar rápido a la razón:
- Vital: siempre el recordar y tener presente quién eres y qué quieres. ¿Eres alguien que se molesta fácil? ¿Quieres serlo? ¿Tu objetivo es ofender a los demás? O ¿quieres construir? Tu intención/mensaje pierde valor si ofendes.
-Ten siempre presente que nunca podrás convencer a todos, y que ¡tampoco tienes que hacerlo!
-En vez de reaccionar, trata de entender los argumentos. Podrías llevarte sorpresas. Además, ¡ejercita tu empatía y tolerancia!
-Si en algún momento te sientes saturado por las emociones, déjalo ir. Respira. Es fácil quedarse pegado por las emociones que genera la coyuntura.